El internet ha puesto a nuestro alcance millones de fuentes de información de cualquier tema imaginable, y la salud no es la excepción. Hoy día contamos con recursos valiosos que nos ayudan a entender mejor cómo funciona nuestro cuerpo y qué hacer para mantenerlo saludable. Sin embargo, ninguna fuente de información disponible en el internet puede reemplazar el cuidado personalizado que brinda un profesional de la salud. Es por eso que debemos tener mucho cuidado con lo que leemos en línea y evitar auto-diagnosticarnos sin consultar con un médico. Aquí te explicamos por qué.
El internet no conoce tu historial médico
Hay muchas fuentes de información confiables en internet. Pero debes tener en cuenta que mucha de esta información se provee en términos generales para referencia, no con intenciones de proveer un diagnóstico. Es imposible diagnosticar una condición médica de manera certera sin tener el entrenamiento adecuado ni todo el contexto de los síntomas, historial médico, factores de riesgo, etc. de un paciente. Una página de internet no tiene manera de saber todo esto. Está bien leer para mantenerse informado, pero evita tomar decisiones de tratamiento (o de no tratarte) sin antes consultar con tu médico.
El exceso de información puede causarte ansiedad
Hay algunos recursos en línea que te sugieren posibles causas o condiciones según los síntomas que puedas estar sintiendo. El problema con usar estas herramientas es que, como no conocen tu caso en particular, tienden a arrojar todas las posibles causas y condiciones, desde las más leves hasta las más serias. Por eso en vez de ayudarnos a diagnosticar, en muchas ocasiones tienden a causarnos ansiedad al hacernos pensar que tenemos una condición seria cuando es muy probable que no la tengamos. Solo un médico puede hacerte las preguntas y exámenes pertinentes para diagnosticar una condición de salud.
Usa el internet como punto de partida, no como respuesta final
Estar informado es bueno, y en el internet hay muchas fuentes confiables que pueden darte una mejor idea de un sinnúmero de temas de salud. La clave está en reconocer sus limitaciones y en no tomar decisiones sin antes tener un diagnóstico médico. Auto-diagnosticarse y tratarse de forma no adecuada, o peor aun no tratarse, puede complicar tus síntomas y perjudicarte a largo plazo. Es mejor confiar en un médico con el conocimiento y la experiencia necesaria para identificar condiciones de salud y sus vías de tratamiento más eficaces.
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