Tu corazón necesita de tu cariño, atención y cuidado, de la misma manera que le demuestras interés a los que amas. Este órgano vital te devolverá el favor si lo tratas cómo se merece. Puedes comenzar a cuidarlo a cualquier edad, pero mientras más temprano en la vida comiences a hacerlo, mejores beneficios podrás obtener. Puedes tomar decisiones cada día para promover tu salud cardiovascular y crear hábitos que se queden contigo de por vida.
Escoge llevar un estilo de vida enfocado en bienestar
Tienes el control directo sobre muchos aspectos que pueden influir en la salud de tu corazón. Depende de ti elegir qué tan en serio te tomas esta responsabilidad. A algunas personas les resulta fácil adoptar un estilo de vida saludable. Otros lo harán solo después de haber sido diagnosticados con un síntoma de enfermedad cardíaca, como presión arterial alta o colesterol alto.
Cualquiera que sea tu inspiración, piensa que los beneficios de un corazón sano valen el esfuerzo. De hecho, todo tu cuerpo estará mejor por ello. Una buena salud general también puede protegerte de la diabetes tipo 2, el asma, el dolor en las articulaciones y otras enfermedades y afecciones crónicas. Incluso puedes reducir el riesgo de cáncer. Además, se ha demostrado que un estilo de vida consciente que incluye comer alimentos saludables y hacer ejercicio regularmente, mejora tu estado de ánimo dramáticamente. Tendrás más energía y menos estrés.
Si no estás seguro por dónde empezar, intenta agregar solo un aspecto saludable a tu vida por ahora (Ej. hacer 30 minutos de ejercicio 3 veces por semana). A medida que sientas que está ganando el control, intenta agregar otro, luego otro. Muy pronto, te sentirás empoderado en lugar de abrumado.
Favorece los alimentos correctos
El equilibrio es la clave para comer sano a largo plazo. Tu dieta debe consistir principalmente de frutas, vegetales, cereales integrales, nueces y proteínas magras. Si comes de esta manera la mayor parte del tiempo, podrás disfrutar de vez en cuando de algún “pecadito” en tu dieta. Es importante permitirte comer algo que se te antoja en ocasiones para tener balance en tu vida.
Al elegir tus vegetales, ten en cuenta el color. Un plato colorido con muchos vegetales rojos, anaranjados, amarillos y verde oscuro ayuda a garantizar que obtenga las vitaminas y los minerales que necesitas. Trata de reducir o incluso eliminar los alimentos muy procesados. Los alimentos altamente procesados son aquellos que se venden en caja y empaquetados, especialmente los que están listos para comer ( galletas saladas, papas fritas y alimentos para llevar). Además, busca alimentos bajos en sodio.
Cambia los refrescos y bebidas energéticas por agua. Hay una cantidad increíble de azúcar en los refrescos y bebidas energéticas. Beber agua en lugar de estos puede afectar significativamente tu salud para mejor. Trata de beber al menos 8 vasos de agua de 8 onzas cada día.
Vigila tu peso
Ser obeso o tener sobrepeso no es saludable. Cuanto más peso ganes, mayor será tu índice de masa corporal (IMC). La obesidad te pone en riesgo de tener problemas respiratorios, enfermedades de la vesícula biliar, enfermedades del hígado e incluso cáncer. Elegir alimentos saludables en combinación con un programa de ejercicios es la mejor manera de perder peso. Incluso una pequeña cantidad de pérdida de peso puede marcar una gran diferencia en tu salud. Según la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA), perder solo entre el 5 % y el 10 % de tu peso corporal puede reducir el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral.
Muévete más
No es necesario ser miembro de un gimnasio o comprar equipos sofisticados para hacer ejercicio. La clave es levantarse y moverse. Ir a caminar. Toma las escaleras en el trabajo. Haz algunas flexiones o abdominales. Baila. Los médicos recomiendan al menos 2 horas y 30 minutos de actividad aeróbica moderada para los adultos cada semana. Los niños deben tener al menos una hora de actividad todos los días.
El ejercicio aeróbico tiene un efecto directo en el corazón. Tu corazón es un músculo y el ejercicio lo fortalece. Un corazón fuerte puede bombear sangre de manera más eficiente para llevar oxígeno y nutrientes a otras partes de tu cuerpo. El ejercicio puede reducir el riesgo de desarrollar placa en las arterias. La placa es una sustancia cerosa que puede obstruir las arterias y reducir el flujo de sangre al corazón. Si la placa se acumula demasiado, puede incluso bloquear la arteria. Esto es lo que causa un ataque al corazón.
Conoce tus números
Todo adulto debe conocer su presión arterial y su nivel de colesterol. A partir de los 18 años, debes controlar tu presión arterial al menos cada 3 a 5 años. A menudo no hay síntomas asociados con la presión arterial alta. La mejor manera de saber con seguridad es comprobar. Los adultos jóvenes que tienen 20 años o más y que fuman o tienen antecedentes familiares de enfermedades del corazón deben hacerse exámenes regulares de colesterol. De lo contrario, las mujeres deben comenzar a hacerse controles regulares de colesterol a los 45 años. Los hombres deben comenzar a hacerlo a los 35 años. Si te han diagnosticado presión arterial alta o colesterol alto, también debes hacerte una prueba de detección de diabetes.
Estos son algunos consejos para que empieces a mimar más tu salud cardiovascular. Tu corazón te lo va a agradecer y te recompensará a largo plazo. ¡Cuídalo!
Fuente: https://health.gov/myhealthfinder/health-conditions/heart-health/keep-your-heart-healthy